jueves, 14 de abril de 2011

Pensamientos sueltos

La casa del árbol de paltas no está más. La tiraron abajo para hacer un edificio. Mi amigo H vendió la suya, contigua a esa. Pasé algunas noches allí mirando el cielo mientras él estaba de viaje. Tampoco estoy segura de que el cielo sea el mismo.

Mi madre llama por teléfono. Me cuenta que el gato sigue sin aparecer. Era un gato viejo, color ámbar, peludo, hermoso, estúpido. Mi madre lo ayudó a nacer a él y a sus hermanos. La gata madre un día, de grande, desapareció. Lo mismo hizo la hermana del gato viejo, a su turno. Mi madre cree que los gatos siguen una ley que ella no comprende, pero acepta. Aunque pegue carteles en la cuadra que dicen "Gatito, volvé".

Hoy subió en el subte una mujer malhumorada con dos hijos, un chiquito con gesto grave y una nenita vestida de rosa que tenía la cara por el piso. Les dí mi asiento y mientras me levantaba, se me cayeron unos libros. A la nena le causó gracia verme renegar con los libros caídos, el bolso abierto, entre mucha gente. Pensé que era una nena odiosa, mirándome sentadita con su pollera a lunares, como una muñeca tras una vidriera llena de polvo. Cuando se bajó, la nena me sonrió. Entonces me olvidé de lo que había sentido un segundo antes y sólo me quedó la tibieza.

En mi próxima vida quiero nacer en Jerez y tener padres gitanos. Quiero tocar la guitarra junto al mar, batirme a duelo en los tablados con mujeres que me miren con fiereza. Quiero bailar y cantar los lamentos ancestrales de los gitanos. Quiero dejar de bañarme, que me crezca el pelo hasta la cintura, que mis ojos sean oscuros,que pueda leer las líneas de las manos y el alma de la gente. Quiero llamarme Ramona y tener el mismo apellido que ahora. Quiero tener muchos maridos y que todos se lleven bien entre ellos y yo, llevarme bien con sus amantes.

2 comentarios:

  1. en el último tramo tenés un poema, Ivana.

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  2. Olé a esa alma flamenca e intensa! Una hermosura tu escritura, como siempre.

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