Lo primero que leí de Nick Hornby fue
Un gran chico. Era verano, hacía calor y me pasé todo el fin de semana echada en un sofá junto con el libro.
El verano pasado leí
Alta fidelidad. Era verano, hacía calor y la playa se extendía a mis pies como un abismo azul y verde.
Este libro,
Juliet, naked, lo leí a fin de año. Diciembre es un mes que pone nerviosa a la gente. Claro, también hace calor.
Leí más libros de Hornby en otras estaciones, pero por alguna razón, los textos suyos que más me gustan aparecieron en época estival. Será porque el verano me pone triste de a ratos y siento que este tipo sabe de qué se trata. Su escritura se sienta a mi lado para abrazarme sin pedir nada a cambio.
La reseña de su último libro,
acá.
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