Te asomás. Dejo el libro entre las sábanas.
No, no venís a la cama.
Sólo vas a cerrar la puerta un rato
para que el televisor no moleste.
Tus gestos empiezan a ser cotidianos.
Como las hojas que caen y el árbol,
que ya no tiembla si queda desnudo.
De rojo a verde, por Martín Pérez
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Esta es la mirada que seguramente tenía Homayoun Ershadi al volante de su
auto, mientras estaba esperando que cambie el semáforo en una esquina de
Teherá...
Hace 3 semanas
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