Te asomás. Dejo el libro entre las sábanas.
No, no venís a la cama.
Sólo vas a cerrar la puerta un rato
para que el televisor no moleste.
Tus gestos empiezan a ser cotidianos.
Como las hojas que caen y el árbol,
que ya no tiembla si queda desnudo.
marsupial
-
Durante tanto tiempo la palabra *marsupial* me pareció tan sonora y
autosuficiente que recién a los 30 y pico me puse a averiguar qué
significaba.
Hace 7 horas