Mi padre sonríe en la puerta.
Amanece sobre el pueblo dormido.
Él encendió las luces de la casa.
Entibió té
Que sorbí distraídamente
Mientras pensaba en vos, amor
En cierta melancolía
Que me produce cualquier viaje.
Como si supiese que, en medio de los tumbos,
los barquinazos
Siempre algo de alma se cae.
Él dijo: el aire está claro.
Y luego me acompañó
En silencio.
Desde el auto le digo adiós.
Mi padre es un niño
Despidiendo un barco de papel
Que sabe precioso, frágil
Las marcas que hizo en mí
al doblar mi corazón como un oregami
ahora son leves.
Ando sin temor al naufragio.
Sé.
Siempre algo de tu alma se cae.
Qué hermoso, hermoso, hermoso Ivana sos una gran poetisa!
ResponderEliminar