Te asomás. Dejo el libro entre las sábanas.
No, no venís a la cama.
Sólo vas a cerrar la puerta un rato
para que el televisor no moleste.
Tus gestos empiezan a ser cotidianos.
Como las hojas que caen y el árbol,
que ya no tiembla si queda desnudo.
el gen maniaco altruista
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O por qué todos deberían tomarse el tiempo para saborear Pluribus
Adam Kotsko (tomado de su blog actual)
[Nota: Esta publicación no contiene spoilers en lo...
Hace 2 días